Hace ahora algo más de año y medio, La Lula TV, una web de vídeos sobre arte, especialmente arte moderno, comenzó a poner la serie de tríos de vídeos de la BBC de Andrew Graham-Dixon, Arte de… Comenzó con Arte de Alemania, cuyo primer vídeo inserté en esta entrada (posteriormente puse los otros dos) y comenté que alguno de los temas que trataba se cruzaban con algunos temas que tenía en borrador. He decir después de haber visto los tres vídeos, aunque le veía ya el plumero a Andrew Graham-Dixon en el primero, que en general vi que eran unos documentales tramposos y superficiales, aunque aparentemente no lo sean, con cuyas conclusiones no estaba de acuerdo.
La serie, siempre en la web La Lula TV, desconozco que es lo que ha hecho la BBC, ha seguido con Arte de Estados Unidos y Arte de Rusia. Y en mi opinión había ido de mal en peor. Sé que Andrew Graham-Dixon tiene sus fans, que es un historiador y crítico de arte conocido actualmente pero…, después de ver los documentales de Arte de Rusia me pregunté qué haría con un hipotético, en aquel momento de hace unos meses, Arte de España. Bueno, pues está aquí, en esta entrada en que inserto los tres vídeos.
Diego Velázquez, Las Meninas, 1656 (detalle) Museo del Prado
Lo primero que tengo que decir ahora es que sólo he visto los dos primeros vídeos, aún tengo que ver el tercero, que fue subido a la web hace pocos días. Se trata de casi tres horas de documental. Cuando vi el primero ya decidí que dedicaría una entrada a este asunto del Arte de España visto por el señor Graham-Dixon. A una lectora y ya comentarista de este blog, que espero lea esta entrada, le dije en junio cuando el curso académico acababa, que iba a publicar sobre ello pero que necesitaba que estuvieran disponibles los otros dos vídeos. En un principio mi idea era insertar los vídeos y poner mi escrito, pero ahora veo que eso no habría estado bien, los lectores de este blog leerían antes el escrito sin formarse su propia opinión. Decidí que es mejor poner los vídeos, dar un tiempo a que los lectores de este blog que quieran los vean, y después en un tiempo no muy lejano, poner mi opinión sobre ellos.
La idea es entablar un diálogo después de haber visto los vídeos. Antes de que yo publique la entrada sobre ello, probablemente haya dos o tres entradas entretanto, pues borradores avanzados sobre distintos temas no faltan, lo que me falta es tiempo para dedicarme a este divertimento que es el blog.
Estos son los vídeos:
El Arte de España Andrew Graham-Dixon
1
2
3
Aprovecho esta entrada de mínimo contenido para tratar también otro asunto completamente diferente. Muchos de los lectores del blog conocerán a Chus y su blog. Chus ha comentado aquí varias veces y yo también visito y comento a veces en su blog. No sé si saben que Chus es también uno de los voluntarios que nos resuelven tantos problemas en el foro de WordPress.com en español. Bueno, pues desde hace unos días su blog y su persona están siendo centro de los ataques de los usuarios de una web agregadora de noticias que no citaré su nombre. La situación además de extremadamente desagradable roza lo surrealista. Creo que a veces no somos conscientes de los problemas que puede ocasionar abrir un blog y poner nuestras publicaciones en internet. La situación que padece el blog de Chus la puede experimentar cualquier bloguero si los trols deciden atacarle. Hay que ir con cuidado donde enlazamos el blog y pensar si vale la pena conseguir unas pocas visitas más al día o al año. Cuando WP nos proporciona los números del año, me encontré a principios de este año, con un blog que sólo había publicado dos entradas en 2013 y casi había tenido un millón de visitas, para mí algo así es un enigma. No pretendo que mi blog sea el más visitado o leído, pero tampoco me gustaría que para conseguir unos pocos visitantes más, que no lectores, tuviera que enlazar en lugares donde lo único que veo que se puede tener son malas experiencias. Seamos prudentes.
Ah, y nos vemos para hablar de los documentales dentro un mes…, espero.
No, no considero fea a la catedral de Helsinki. Y creo que es perfecta para la función que tiene, como un estadio de fútbol o un aeropuerto son perfectos para la suya. Es además uno de los edificios neoclásicos más hermosos y elegantes que conozco, y verla hace tan pocos días en la claridad prolongada del verano nórdico, recortarse su silueta desde el mar, ha añadido otros puntos de vista y luz a los que ya conocía bajo la nieve y el cielo gris del invierno. Y no es un edificio grande aunque lo parece: planta central con cúpula, cuatro pórticos palladianos corintios, un espacio bastante recogido en el interior. Son las proporciones clásicas las que hacen la armonía, lo pequeño parece más grande, lo grande como el Pantheon o la Basílica de San Pedro en Roma, no abruma ni aplasta. La edad vitruviana de la arquitectura tuvo un último renacimiento donde nunca imaginaron los arquitectos romanos ni los del Renacimiento: en el mundo nórdico.
Entonces ¿por qué el título de “fealdad funcionalista»? Hace menos de una semana que regresé de Helsinki, ahora, en los larguísimos días del verano finlandés, he estado muchas horas en sus calles y barrios y pasando varias veces por los mismos sitios, lo visto en otros viajes tomaba otros matices que la oscuridad del invierno y el frío que hace que intentes ponerte a cubierto no dejaron. Este es un escrito sobre opiniones personales y sensaciones de hace poco tiempo, paseando por una ciudad hermosa que podría serlo mucho más si no se hubiesen cometido ciertas modernizaciones arquitectónicas en ella.
Helsinki es una ciudad muy extensa. Los barrios residenciales se prolongan durante kilómetros entre fragmentos de bosque convertidos en parques. También entre islas y penínsulas. Estos barrios son casi todos de arquitectura moderna más o menos afortunada. Pero el centro de Helsinki es relativamente pequeño, pues la ciudad apenas tenía cinco mil habitantes cuando la Rusia de los Zares la convirtió en la capital del Gran Ducado de Finlandia en 1812, arrebatando la capitalidad a Turku. Turku era la capital de la Finlandia sueca, la ciudad más antigua, con su catedral gótica y su universidad que fue trasladada a Helsinki, cosa que creo no debió hacer ninguna gracia a los habitantes de Turku. Helsinki comenzó a crecer y se transformó en un ejemplo de ciudad burguesa del siglo XIX: bulevares como el Paseo Esplanadi, edificios de aire clásico, el Museo de Bellas Artes Ateneum (en obras en este viaje como buena parte de los edificios históricos) el Teatro Nacional, y el gran centro neoclásico de la Plaza del Senado con la Catedral, la sede del gobierno, entonces ruso y la Universidad y la Biblioteca Nacional. Esta parte de Helsinki aparece en la película Gorky Park de 1983 (En el Parque Gorky en España) ambientada en la que todavía se llamaba Leningrado. Aunque San Peterburgo, con toda la belleza que tenga, me da la impresión de que es una ciudad pretenciosa, algo que no ocurre con Helsinki.
La ciudad burguesa decimonónica llegó a ser una ciudad muy bella en buena parte de Europa, utilizando todavía el estilo clásico en arquitectura, los estilos neo de imitación, y ahí ya encontramos algunas muestras de mal gusto, acabando con ese batiburrillo arquitectónico bastante pretencioso que fue la arquitectura ecléctica. Por suerte en Helsinki los edificios de imitación apenas existen y el eclecticismo es sobrio. Pero el siglo XIX fue llegando a su fin y apareció un estilo original de corta vida que fue atacado por todas partes, tanto por los partidarios del pasado como por la inminente vanguardia: Art Nouveau, Modernismo, Liberty, Jugendstil… En Helsinki hay muchos edificios modernistas, pero el modernismo finlandés que se llama Jugend, está bastante lejos de la curva floreal franco-belga-mediterránea. Este modernismo está en línea recta con Viena y su arquitecto más representativo esEliel Saarinen.
La obra más conocida de Eliel Saarinen es la Estación Central de Ferrocarril de Helsinki (otro edificio en restauración) en pleno centro de Helsinki, donde está el Teatro Nacional y el Museo Ateneum y cercana a la Plaza del Senado. Es indudable que esa zona de Helsinki no debía ser muy diferente de estos edificios. Desconozco la razón por la que se derribaron, si fueron dañados por la guerra o que hubo unos ayuntamientos que decidieron que el centro tendría que “modernizarse”. El hecho visible es que la zona de la estación y buena parte del centro de Helsinki y algunas avenidas no tienen edificios decimonónicos ni del estilo Jugend, o estos edificios que quedan están al lado de edificios de hormigón y vidrio, mucho vidrio. Mucha ventana alargada a lo Le Corbusier y mucha cubierta plana en un país en que nieva bastante, aunque el cambio climático se note y nieve menos en los últimos años.
El modernismo, que podemos decir que fue el primer estilo totalmente original en el arte occidental desde el barroco, tuvo corta vida. Llegó la vanguardia arquitectónica, el Movimiento Moderno y llegaron sus gurús. Muchos arquitectos se limitaron a llevar a cabo sus proyectos y hacer sus edificios, pero hubo otros arquitectos lenguaraces que no se limitaron a edificar sino que pontificaron como tenía que ser en adelante la arquitectura. Obras como Ornamento y delito de Adolf Loos, anterior al movimiento moderno, los escritos teóricos de Le Corbusier, la dictadura del estilo Bauhaus. Con el tiempo se han visto las consecuencias. El movimiento moderno en arquitectura, sobre todo su vertiente racionalista-funcionalista, ha llenado el mundo de edificios feos y esquizofrénicos. Cuando se miran los edificios que están frente a la estación de Saarinen, deslumbra en la luz del verano tanto vidrio. Pero además el vidrio está sucio, porque la superficie de vidrio para que luzca bien necesita de un mantenimiento constante. El hormigón muchas veces visible, al estilo brutalista es horrible. Y sobre todo, lo que se ve, es que esos edificios que debieron construirse en los años 60 y 70 del siglo XX, han envejecido muy mal, tienen algo de ruina de pesadilla, aunque no están ruinosos ni mucho menos, sino en uso. En la Avenida Eteläranta los edificios a lo Le Corbusier, Jugend y clásicos decimonónicos se alternan en una cacofonía arquitectónica. Con los años se ha visto que tanto vidrio es contraproducente e inútil. Veamos la luz en Finlandia que yo he conocido. En enero amanece hacia las 9:30 a.m. y hacia las 16:00 ya anochece. Por mucho vidrio que pongas hay que encender la luz eléctrica, en la oscuridad no se ve. En julio hacia las 3:30 a.m. está amaneciendo y la luz se prolonga más allá de las 22:00. A las 4:30 es tan fuerte ya, si el día es soleado como he tenido la suerte de ver, que hay que proteger los interiores de una luz tan potente. Esos mismos edificios los tenemos en la zona mediterránea, entonces la protección ha de ser constante todo el año, quien tiene libros o cuadros lo sabe, aparte de que las superficies de vidrio tan amplias crean un calor desagradable que hay que aliviar con medios artificiales.
El racionalismo-funcionalismo del Movimiento Moderno tuvo mucho de totalitario: la misma arquitectura para todos los lugares del mundo, independientemente de la latitud, el clima, la tradición arquitectónica. Y nada de decoración ni ornamento. Pienso muchas veces que un arquitecto como Le Corbusier tenía una mezcla de predicador calvinista con su austeridad pelada y de Savonarola, que si hubiera podido habría arrasado con la ciudad histórica, especialmente con la ciudad burguesa del siglo XIX. Quizá la evolución de la arquitectura no estaba en imitar ni mezclar los estilos del pasado, pero lo que vino con el racionalismo-funcionalista tampoco. Se pierde la experiencia estética del ritmo ordenado de las partes del edificio, se pierde el gusto por el detalle ornamental que no es superfluo ni delito, pues es una necesidad humana. El racionalismo-funcionalista uniforma, despersonaliza, todo lo convierte en lo mismo, que es el ideal de todo totalitarismo, ya sea político, religioso o estético.
Sin embargo, ni en las fotografías que he puesto en la galería de la entrada, ni en el escrito, he hablado de un edificio que está cerca también de la estación y que como ella estaba en restauración: el Finladiatalo de Alvar Aalto. Sé que entre quienes me van a leer hay quien detesta a Alvar Aalto, pero a este arquitecto le dedicaré una entrada en otra ocasión, no ahora en agosto en que el blog se va a quedar mudo en muy pocos días.
Helsinki en mis fotos
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Supongo que está música también puede ser considerada fuera de su tiempo.
Aarre Merikanto (1893 — 1958) – Six Piano Pieces Op. 20
Mas fotos de Helsinki aquí (todavía faltan ir subiendo de este último viaje).
Sandro Botticelli, El nacimiento de Venus, 1484, Galleria degli Uffizi, Florencia
Ante diem nonum Kalendas Iulias
Este tema ha aparecido otras veces, incluso casi con el mismo título del vídeo. Iba a dejarlo para comienzos del nuevo curso, que en España comienza en septiembre, porque durante el verano, también del hemisferio norte, a partir de julio todo entra en una suspensión muy necesaria después de meses de trabajo.
Este verano habrá pocas publicaciones en el blog, así que he pensado que es mejor publicarlo ahora. En los próximos dos meses no se irá a las profundidades ignotas, seguirá apareciendo en la lista de entradas recientes.
He dicho que el tema ha aparecido antes, y va a seguir apareciendo. Es un tema que me obsesiona desde hace mucho, casi desde que comencé a ver obras de arte, y visitar monumentos y lugares de patrimonio, y pasear por ciudades históricas…, y comparar y hacerme preguntas. Pero ahora no es mi modesta escritura la que se expresa y creo que puede haber conversación para mucho tiempo.
Matthias Grünewald, Altar de Isenheim: Anunciación, Natividad, Entierro de Cristo y Resurrección. c. 1505. Museo Unterlinden, Colmar (Francia)
Ante diem sextum decimum Kalendas Ianuarias: Saturnalia Dies Lunae
Como país de arte no se piensa en Alemania como primera opción. Alemania está unida a la idea de la música, pero tampoco fue un territorio musical de primera fila hasta el siglo XVIII. El gótico, que se consideró el arte germano por excelencia en el romanticismo, es obra del archienemigo francés. En los comienzos del Renacimiento, Alemania tiene a un grande de la pintura: Albrecht Dürer, Alberto Durero. Pero el territorio germano, el territorio durante casi mil años del Sacro Imperio Romano Germánico, el territorio dividido política y religiosamente, quedó como rezagado o marginal entre los dos espacios artísticos más dinámicos de los inicios del mundo moderno, el mundo del arte flamenco y el del arte italiano. El mundo germánico quedó muchos años más cerca de la sensibilidad de finales del gótico, como también le ocurrió al espacio ibérico.
Cuando se viaja por la zona renana, la Selva Negra o Baviera, en las iglesias de los pueblos, en las catedrales, en los museos, se ven cosas que no nos resultan extrañas. No es que el arte italiano resulte extraño, pero es demasiado hermoso, demasiado clásico incluso en la edad media. La abundancia de la escultura religiosa en madera, muchas veces policromada, los grandes retablos, el expresionismo patético de las escenas religiosas, las capillas abiertas a la calle con escultura de terracota. No, no fue el mundo italiano quien influyó en el sentir artístico de tierras situadas a más de tres mil kilómetros de las del imperio. El mundo artístico germano y el de la península ibérica están más cerca de lo que parecen.
Hay otro rasgo inquietante en el arte germánico, un rasgo que no tiene el arte italiano y que aunque en el arte flamenco está, en el Bosco, en Pieter Bruegel el Viejo, no tiene el desarrollo que se da en ciertos artistas alemanes. Francisco de Holanda cita a Miguel Ángel en su opinión de la pintura flamenca: “su pintura se compone de telas, construcciones, verduras de campos, sombras de árboles, y ríos y puentes que ellos llaman paisajes, y muchas figuras por aquí y muchas figuras por allá”. Quizá podríamos llamar a la pintura, al arte italiano del renacimiento, un arte en verdad humanista, un arte centrado en la figura humana, que aunque esté en grupo siempre destaca la individualidad. El arte de la pintura del norte es más el del detalle, pero en el arte germánico, en pinturas como la de La batalla de Alejandro de Albrecht Altdorfer, en los grabados de Durero, en la pintura de Grünewald y sus diablos, que aparecen en el documental, hay algo más que «muchas figuras por aquí y muchas por allá», en esas obras está la multitud, la multitud amenazante, la masa. La masa, el monstruo de los mil rostros sin individualidad.
Seguiré en otra ocasión porque este documental se me ha cruzado con viejos temas y borradores.
El Arte de Alemania Andrew Graham-Dixon
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Heinrich Isaac (1450 – c.1517) – Innsbruck, ich muß dich lassen
Innsbruck, ich muss dich lassen, ich fahr dahin mein Strassen im fremde Land da hin. Mein Freud ist mir genommen, die ich nit weiß bekommen, wo ich im Elend bin.
Groß Leid muss ich jetzt tragen, das ich allein tu klagen dem liebsten Buhlen mein Ach Lieb, nun lass mich Armen im Herzen dein Erbarmen daß ich muss von dannen sein.
Mein Trost ob allen Weiben, Dein tu ich ewig bleiben stets treu, der Ehren fromm. nun muss dich Gott bewahren, in aller Tugend sparen, bis daß ich wieder komm!
Sísifo, el más astuto que no el más sabio. Sísifo esposo de una Pléyade que abandonó el firmamento. Sísifo que quiso engañar a Hades y huir de la muerte. Sísifo condenado al esfuerzo nunca completado. Sísifo que vuelve a cargar con la piedra.
Alexander Scriabin. Poema del éxtasis Op. 54, 1908