
Nicholas Hilliard. Joven apoyado en el rosal. 1588. Victoria and Albert Museum. Londres
Ante diem duodevicesimum Kalendas Iulias: Quinquatrus Minores
Anónimo – John Dowland – 1597
Come again, sweet love
Come again! sweet love doth now invite Thy graces that refrain To do me due delight, To see, to hear, to touch, to kiss, to die, With thee again in sweetest sympathy. |
Ven de nuevo, dulce amor, ahora invito a tus gracias que se abstienen de causarme deleite, a ver, escuchar, tocar, besar, morir, contigo en la más dulce simpatía. |
Come again! that I may cease to mourn Through thy unkind disdain; For now left and forlorn I sit, I sigh, I weep, I faint, I die In deadly pain and endless misery. |
Ven de nuevo, así puedo dejar de llorar, por tu cruel desdén. Ahora me siento abandonado y triste Me siento, suspiro, lloro, me desmayo, muero, en el dolor mortal y la miseria sin fin. |
All the day the sun that lends me shine By frowns doth cause me pine And feeds me with delay; Her smiles, my springs that makes my joy to grow, Her frowns the winter of my woe. |
Todo el día el sol que me da brillo, frunce el ceño haciéndome penar Y me alienta con demora; Su sonrisa, el manantial que hace crecer mi alegría, su ceño fruncido el invierno de mi aflicción. |
All the night my sleeps are full of dreams, My eyes are full of streams. My heart takes no delight To see the fruits and joys that some do find And mark the stormes are me assign’d. |
Todas las noches mi dormir está lleno de sueños, mis ojos plenos de arroyos, mi corazón sin deleite, para ver los frutos y la alegría que otros hallan, y muestran las tormentas que se me han asignado. |
But alas, my faith is ever true, Yet will she never rue Nor yield me any grace; Her Eyes of fire, her heart of flint is made, Whom tears nor truth may once invade. |
Pero, ay, mi fe es siempre verdadera, aunque nunca se lamenta tampoco me dio gracia alguna; sus ojos de fuego, su corazón hecho de piedra, cuyas lágrimas ni la verdad pueden invadir. |
Gentle Love, draw forth thy wounding dart, Thou canst not pierce her heart; For I, that do approve By sighs and tears more hot than are thy shafts Do tempt while she for triumphs laughs. |
Tierno amor, arranca tu dardo hiriente, porque no puedo perforar su corazón; yo, que me empeño con suspiros y lágrimas más calientes que tu flecha lo intento mientras ella ríe triunfante. |
Tema y variaciones.
Nunca dejamos de pintar el mismo cuadro y de cantar la misma canción.
Traducción procedente de Wikipedia.
Nunca dejamos de pintar el mismo cuadro y de cantar la misma canción
Cierto. Y que nunca dejemos de hacerlo.
Pintando, cantando y escribiendo así…es lo mejor que nos puede pasar en este bosque.
¿Habrá servido esta gracia de Sting para revivir la música maravillosa de esos grandes músicos ingleses, maestros de la melodía y de la emoción, predecesores del magnífico Purcell -en su ‘Fairy Queen’ no hay sino armonía directa y sublime- y del Händel de las grandes óperas, oratorios y ‘concerti grossi’. Estas canciones de Dowland también las he escuchado por el más antiguo de los contratenores Deller, Mark creo que era. Felicitaciones, de nuevo, por tu buen gusto.
Gracias a los tres por vuestros comentarios.
Lino, el enlace que puso Albertobé a la versión de Sting improvisó la entrada. Es cierto que Sting no es un cantante especializado en música renacentista ni un laudista, pero la versión tiene encanto y quizá haya descubierto a mucha gente la música de John Dowland.
Sin embargo, yo he llegado a Sting a través de John Dowland 😉
Yo tengo la canción en varias versiones, entre ellas por Alfred Deller (1912-1979) Este fue el contratenor inglés que resucitó este repertorio y la técnica de contratenor. Mark Deller es su hijo, también contratenor. Tienen grabaciones juntos. El problema es que su CD con canciones de Dowland he comprobado que está corrompido.
Como esta entrada ha sido algo improvisada voy a ver si puedo tener una algo más completa con música de Dowland para el domingo. La semana que viene se me presenta laboralmente complicada, así habrá algo por aquí para pasar un rato agradable.
Sin embargo, tienes razón, a lo mejor mucha gente ha llegado a Dowland y ha podido profundizar en el conocimiento de la música de esa época gracias a Sting.
Pertenece al album “Songs from the Labyrinth”, de 2006. Es un album que no puedo oír del tirón, como suele pasarme con la música barroca: dos o tres piezas son suficientes para no saturarme. La cuarta se me hace larga y a partir de la quinta me gustaría estar muy lejos.
Y el caso es que me gusta Sting. Bastante. Symphonicities, del año pasado es un album magnífico.
AG
Bueno, no creo que Sting, cantante al que he visto de refilón en televisión y en internet aunque su cara me sonara, esté haciendo música barroca. Ha tomado unas composiciones de John Dowland y las interpreta a su manera, no está engañando a nadie y eso es lo que me ha parecido simpático, seguro que habrá gente que sabrá y quizá haya oído al Dowland original gracias a Sting.
Lo curioso es que mientras buscaba ayer y hoy letras traducidas de algunas canciones de Dowland que tengo cantadas por Emma Kirkby, Barbara Bonney, Andreas Scholl, etc…, me encuentro con que aparecen como ¡canciones de Sting! indudablemente del álbum “Songs from the Labyrinth”.
En la próxima entrada me limito a la música instrumental.
Bellas palabras poéticas de un hombre para aquella que se fue, que se perdió en el bosque, solo recuerdo de lo mas dulce de lo mas bello, que queda guardado en un corazón en una mente en un ser..
Hermosa y deliciosa canción ‘ayres’ de fines del XVI. Y la traducción es magnífica. Siempre disfruto tu blog, es maravilloso. Salud!
Por cierto, la grabación de Sting y el laudero, es grandiosa. Bravo!